26 abril, 2024

TEORÍA DEL OBSERVADOR

¿Qué observador somos del mundo que nos rodea?

En adelante desarrollare un informe reflexivo, a cerca del comportamiento de las personas y su relación con el entorno laboral, como así también en la vida cotidiana, basándome desde mi punto de vista según la persona que considero que soy.

Nuestra forma de actuar es la que nos define ante los demás, según la persona que somos es como percibimos al mundo que nos rodea. Somos el resultado de lo que hacemos y decimos.

Pero ¿Con qué frecuencia nos detenemos a mirar en nuestro interior para evaluar el por qué de nuestros comportamientos, nuestra forma de pensar o nuestras creencias?

Por qué a veces obtenemos resultados adversos a los que anhelábamos?

Al fijar un objetivo es importante determinar nuestro pasado y el tipo de persona que consideramos que estamos siendo actualmente, seguramente nos demos cuenta de que mucho de nuestras acciones se debe a los valores que nos han inculcado nuestra familia desde chicos, que forman parte de nuestras decisiones actuales, de nuestra personalidad.

Es importante que al proponernos una meta, visualicemos el compromiso que le dedicamos e identifiquemos los factores que sean necesarios modificar cuando algo no está resultando como esperamos. 

Si vemos que no nos está yendo como lo imaginábamos es porque algo estamos haciendo mal.
No sirve que sigamos intentando obtener los mismos resultados, debemos analizar desde que punto de vista estamos accionando para llegar a la meta, todo cambio nos llevará a un nuevo resultado, y la clave está en agotar todas las posibilidades y no estancarnos en un solo camino.

¿Qué observador creemos que somos del mundo que nos rodea?

Las personas vamos proyectando nuestras vidas en función de aquellas cosas que deseamos en la mente, y el resultado que queremos lograr depende de nuestras acciones, del lenguaje que utilizamos para expresarnos, ya que ultimo escenario al que llega nuestra acción es al mundo exterior, el que nos mira como el resultado de nuestras acciones y determinan nuestra persona de acuerdo a ello.


“No sé cómo son las cosas, solo se como las observo”.

Según como somos, como pensamos y como interpretamos es como vemos y percibimos el exterior y percibimos lo que sucede a nuestro alrededor.

Según las normas APA, existen dos tipos de observador:

1- El observador no participante: es el que no interviene, se mantiene en una posición externa al problema, mira toda la situación pero no omite opinión.

2- El observador participante: se familiariza con el ambiente de estudio de los colaboradores, se toma el trabajo de interactuar para conocer sus punto de vista y motivaciones, sus valores, etc. Pero eso no quiere decir que siempre tenga el espacio para participar, ello depende de la confianza que logre en el campo del problema en cuestión.

Esto puede variar según el caso, la interacción humana con los compañeros de trabajo, con nuestros superiores, proveedores o clientes, etc.

En el campo laboral no nos comportamos de la misma manera con nuestros pares que hacia nuestros superiores, jefes, siempre hay una distancia que nos limita hasta donde podemos comunicarnos y de determinado tipo.

Existen personas a quienes les cuesta mucho expresar sus sentimientos, y por esto les es difícil entablar una conversación fluida con sus superiores. Ejemplo, pedirle que le dé el día libre para realizar alguna actividad personal resulta casi una misión imposible, y ni hablar si tiene que solicitar un aumento de sueldo.

¿QUÉ ES EL OBSERVADOR? ¿CUÁL ES SU ROL?

Según un articulo publicado por el por el Instituto Americano de Formación e Investigación (Instituto de PNL – Programación Neurolingüística y Coaching)

“El observador aparece cuando nos planteamos el sentido que le conferimos a nuestro hacer. La manera en cómo interpretamos. Las acciones que realizamos dependen de la manera en que interpretamos.

Cada vez que enfrentamos un problema, la manera en que lo interpretamos nos conduce a considerar algunas acciones y dejar de lado otras. Pero si modificamos la manera de observar un problema, se producirá un reajuste en nuestras acciones. Este es un punto ciego que el observador no puede ver por sí mismo.

HAY UNA INCAPACIDAD DE RECONOCER QUE EL PROBLEMA OBSERVADO ESTÁ AFECTADO POR LA FORMA EN QUE LO MIRAMOS. CUANDO CAMBIAMOS LA FORMA DE OBSERVAR LAS COSAS, LAS COSAS QUE OBSERVAMOS CAMBIAN”.

FUENTE: https://www.pnliafi.com.ar/que-es-el-observador-coaching/

No vemos las cosas como son sino como somos.

No hay duda de que el conocimiento comienza por la experiencia, pero eso no significa que solamente tenga que derivar de ella. Nuestra percepción del mundo está ligada a nuestra experiencia, biología, juicios, creencias.

Si queremos avanzar debemos desaprender para ver las cosas como son y no como creemos que son o queremos que sean.

Y para esto es necesario observarnos y ser observados por otros, para cambiar lo que en ocasiones no vemos en nosotros o no queremos ver.

Nos fácil reconocer que somos los responsables de nuestros propios males, muchas veces creemos que la gente es la que nos provoca malestares con sus acciones, pero en realidad es nuestra manera de percibir las cosas los que nos hacen tomarlas de esa manera.

No podemos pretender que el resto de las personas piensen o actúen igual que nosotros, cada ser humano es un ser único e irrepetible, con su modo de ser, hablar y con un modo particular de manifestarse.

Así también debemos recordar que los demás son nuestro espejo, y nosotros somos un espejo para ellos. Lo sensato, ético y espiritual es corregir en mi lo que no me gusta de los demás.

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