27 abril, 2024

Estoy en la última etapa de mi carrera profesional y me pregunto qué tipo de oportunidades son las que puede tener una persona recién recibida, quien va a ser la persona experimentada que como guía de un novato le toque: aunar la información que fue incorporando durante estos años acerca de lo que SE DEBE hacer según la Ley de Seguridad e Higiene 19.587, alinear el trabajo según lo que ESPERA la empresa contratante del técnico y los consejos personales de lo que realmente SE HACE a pesar de todo lo demás.

Desde mi punto de vista hay dos tipos de empresas, las que cumplen las exigencias de la ley y las que no lo hacen.

Aquellas empresas que no cumplen en su totalidad lo que la Ley indica que SE DEBE hacer, son empresas donde los empleados no se sienten satisfechos en su trabajo por falta de implementación de normas,  éstas empresas no cumplen con lo que SE ESPERA y eso desmotiva al colaborador. Si bien algunas pautas pueden incomodar,  están hechas para la seguridad y comodidad del trabajador,  como el uso de elementos de protección personal, limitar cantidad de kilos a cargar de modo manual, utilizar herramientas y maquinarias que ayuden al trabajo forzado, determinar cantidad y calidad de las pausas, delimitar áreas riesgosas para la circulación de las personas, la eliminación de agentes tóxicos en el ambiente, etc.

En estas empresas muchas veces la falta de recursos económicos no permite la aplicación de ciertas normas como por ejemplo la aislación de puestos de trabajos riesgosos por falta de espacio físico, pero a veces la falta de capacitación de los mandos altos induce a que el comportamiento no sea el ESPERADO y las falta de reglamentación sea solo la consecuencia de la toma de malas decisiones.

En su antagonismo se encuentran los comercios  que cumplen todo lo que la Ley indica y aún más. Las personas que en ellos trabajan, se encuentran motivadas a permanecer en la empresa, se esfuerzan por cumplir con lo estimado, entender e implementar las mejoras que se puedan incorporar con el fin de aportar su “grano de arena”, porque sienten que las medidas implementadas representan el valor que se les otorga. Los mandos altos entienden que cumplir con lo que se debe ayuda  a la productividad de la empresa, evita accidentes, enfermedades, malestar, ausentismo y de este modo ganan las dos partes.

Desde el punto de vista de seguridad e higiene en el primer tipo de empresa, la labor que la ética profesional requiere es una tarea difícil de llevar a cabo porque los recursos y permisos que el contratante provee son mínimos, a su vez se espera que los planes de seguridad y lo legalmente indicado  sea cubierto  y de este modo el técnico ó licenciado, no logra sus objetivos personales en mejorar continuamente en sus tareas porque solo hace lo que puede y le permiten.

Entonces para poder definir el futuro de nuestra carrera es importante tener en claro que es lo que éticamente queremos hacer, lo que moralmente se espera y lo que legalmente se debe. Esto puede ayudar a  elegir qué tipo de desafío quiere enfrentarse cada persona,  elegir una empresa donde los recursos sean bastos y poder mejorar y desarrollar nuevas metodologías de trabajo que ayuden a la productividad ó capacitar a esas personas  que no han tenido la oportunidad de entender el porqué se deben aplicar ciertas normativas ó ayudar a aquellos negocios donde los mínimos recursos dificultan la incorporación de buenas prácticas de trabajo.

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