23 abril, 2024
El fuego es una reacción que puede resultar muy peligrosa si no sabemos controlarlo. Si el fuego se nos descontrola o surge inesperadamente, tenemos que estar preparados con el agente extinguidor correspondiente, pero esto no nos asegura que no queden secuelas.

El fuego

El fuego esta formado por 3 factores, indispensables para su creación, ya que si sacáramos algunos de estos factores el fuego se extinguiría. Estos tres factores forman el triangulo de fuego que veremos a continuación:

      • El combustible: elemento principal de la combustión. Se encuentra en estado solido, liquido o gaseoso.
      • El oxigeno: es la sustancia que favorece a la combustión.
      • Calor: es la energía necesaria para iniciar la combustión. Ejemplo una chispa.

Existen 5 clases de fuego, que son:

  1. Clase A = fuego que surge de materiales sólidos, como la madera, el papel, cartón entre otros.
  2.  Clase B = fuego que surge de líquidos inflamables, como el petroleo, pintura, grasas, etc.
  3. Clase C = eléctricos, como un tablero en malas condiciones o un chispaso a razón de un electrodoméstico.
  4.  Clase D = fuego que implica metales combustibles, como el magnesio, el potasio, sodio, etc. Prohibido arrojar agua, ya que provocan explosiones.
  5.  Clase K = fuego derivado de la utilización de aceites y grasas de la cocina.

A raíz del fuego, se producen los famosos incendios. Un incendio es una ocurrencia de fuego no controlada, que puede afectar algo que no esta destinado a quemarse. Puede afectar a estructuras o seres vivos. Esa cantidad de energía derivada de la combustión de materiales del incendio se denomina carga de fuego.  Para eliminar o apagar los posibles incendios existen distintos extinguidores que utilizaremos según la clase de fuego que nos encontremos. Extinguidores: 

  • agua a presión.
  • espuma química.
  • polvo seco.
  • co2.
  • haloclean.
  • acetato de potasio.

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