19 abril, 2024

La Ley de Ohm, denominada así por Georg Simon Ohm, es una ley básica de los circuitos eléctricos, la importancia reside en que verifica la relación entre la diferencia de potencial en bornes de una resistencia y la intensidad de corriente que circula. Es así como pueden resolverse problemas eléctricos como el consumo y las pérdidas en las instalaciones eléctricas de empresas y hogares.

También introduce una nueva forma para obtener la potencia eléctrica, y para calcular la energía eléctrica utilizada en cualquier suministro eléctrico desde las centrales eléctricas a los consumidores. La ley es necesaria, por ejemplo, para determinar qué valor debe tener una resistencia a incorporar en un circuito eléctrico con el fin de que este funcione con el mejor rendimiento.

¿Qué es la densidad de corriente J?

es un vector que lleva la dirección de la corriente y el sentido del campo eléctrico que acelera las cargas (si el material es lineal). El vector establece, además, una relación directa entre la corriente eléctrica y la velocidad de arrastre de las partículas cargadas que la forman. La corriente por unidad de área trasversal se conoce como densidad de corriente J.

Consecuencias energéticas de la ley de Ohm: disipación y el efecto Joule:

Llamamos efecto Joule al fenómeno irreversible por el cual si en un conductor circula corriente eléctrica, parte de la energía cinética de los electrones se transforma en calor debido a los choques que sufren con los átomos del material conductor por el que circulan, elevando la temperatura del mismo. Llega un momento en el que la temperatura del conductor alcanza el equilibrio térmico con el exterior, comenzando entonces a disipar energía en forma de calor.23​ El nombre es en honor a su descubridor, el físico británico James Prescott Joule.

El movimiento de los electrones en un conductor es desordenado; esto provoca continuos choques entre los electrones y los átomos móviles de la red y como consecuencia aparece un aumento de la temperatura en el propio conductor pues transforma energía cinética en calorífica

El funcionamiento eléctrico y las aplicaciones de numerosos electrodomésticos se fundamentan primero en la ley de Ohm, y en segundo lugar, sus implicaciones energéticas, en la ley de Joule. En algunos de estos aparatos eléctricos como los hornos, las tostadoras, las calefacciones eléctricas y otros empleados industrialmente, el efecto útil buscado es precisamente el calor que desprende el conductor por el paso de la corriente.

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