19 abril, 2024

«El delantero de Boca recibió duras críticas de parte de sus hermanos, pero aún tiene allegados en quién respaldarse»
«Mauro Zárate recibió duras críticas de parte de sus hermanos tras el cruce entre Boca y Vélez)»

Mauro Zárate y la gran revolución que se formó por él. Este título es uno de los tantos que podemos encontrar a diario publicado en los distintos diarios de la República Argentina.
La magnitud y repercuciones que alcanzan estas noticias en nuestro país ya no se pueden medir. El fútbol, sin lugar a duda, es el deporte que más revoluciona en el mundo, y detrás de ello se encuentran innumeradas opiniones, publicidades, problemas políticos, problemas de jerarquía, económicos, sociales, laborales, etc. que acompañan al funcionamiento o descontrol de la organización más grande del mundo, que es el fútbol.
Desde que Mauro Zárate se retiró del Club Atlético Velez Sarsfield para llegar a Boca Juniors, los medios masivos de comunicación y la gente en las calles hablan sobre este trabajador, porque en definitiva, Mauro Zárate es un trabajador y esto forma parte de ello.
Muchos de nosotros debemos hacer meaculpa cuando de estos temas se tratan, ya que somos grandes impulsores para que sucedan tanto, las agresiones físicas y verbales, las amenazas a su familia, el cantico en las tribunas insultando y desmereciendolo como si lo que hubiese hecho fue un acto de vandalismo. La pasión y los sentimientos en los seres humanos nos hacen desviar la mente y no podemos diferenciar que lo que es un deporte, un entretenimiento para nosotros, para estos jugadores es su trabajo.
Por supuesto que los más importantes impulsores de esto son los periodistas deportivos, quienes hasta en sus propias cuentas de Twitter escriben en doble sentido, un pequeño chiste referido al caso Zárate o, al finalizar algún partido. Si partimos desde esa base, en que los profesionales lo único que fomentan (o lo que más fomentan) es el chiste crítico hacia el futbolista que encima luego lo va a leer, realmente fracazamos como personas.
Nadie puede saber lo que pasa por la cabeza de otra persona a la hora de tomar una decisión, nadie puede saber lo que le genera a Mauro todo el desahogo de la gente, todo el enojo y sus insultos, nadie puede saber por qué el futbolista se defiende contestando a los provocadores, haciendo gestos que pueden generar violencia. Se habló de amenazas hacia el jugador de fútbol y su entorno familiar. Nadie puede saber por el estrés que puede llegar a pasar este futbolista, el miedo, la incertidumbre, el pensar todo el tiempo «que digo ante la tele?» «festejo el gol?» «y si me encuentran por la calle un grupo de hinchas de Velez que me atacan físicamente?». Vivir con estos constantes en la cabeza, no creemos que sea de lo mejor que pueda pasar en la vida de un trabajador.
A veces debemos saber diferenciar entre lo que es una pasión y un deporte, con los verdaderos valores y fundamentos humanos que deberíamos cumplir, y la agresión, no es uno de ellos.

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