20 abril, 2024

Todos nacemos con la capacidad para vender. El problema es que cuando las personas crecen, a veces se vuelven inseguros de sí mismos.

 

  1. Conoce tu producto o servicio:

Conoce sus fortalezas y debilidades e investiga la demanda del mercado, lo que la gente más pide o compra.

Después, hay que identificar cuáles son los obstáculos que tu cliente potencial enfrenta para obtener lo que quiere. Y así prever las posibles objeciones. Elabora un plan.

  1. Haz una segmentación:

Selecciona un público objetivo, rango de edades a dónde dirigirás tu oferta, el estado económico que debería tener esa segmentación, su cultura o necesidades.

  1. Desde la primera venta haz un seguimiento:

Se trata de una práctica ideal para escuchar la opinión de tu cliente y preguntarle acerca de puntos específicos: ¿el producto o servicio realmente resolvió sus necesidades?, ¿tiene alguna queja o sugerencia para mejorar el servicio? Esto no sólo te ayudará a corregir tus errores, sino que lo harás sentir especial.

  1. Ten en cuenta las 4 C de un mensaje:

Elabora una buena presentación que dure de 30 segundos a tres minutos y que sea impactante. Un mensaje Claro, Corto, Conciso, Confiable.

El objetivo no sólo es que la otra persona sepa qué es lo que haces, sino también despertar su interés por obtener más información.

  1. Ten siempre el manejo de la conversación:

No te manejes con inseguridad. Recuerda que más que vender productos o servicios, en realidad se trata de ideas, soluciones y resultados enfocados a superar las expectativas del cliente. Por lo tanto, debes tener un manejo perfecto del lenguaje verbal y no verbal. Este último incluye gestos, ademanes y expresiones faciales. Debes trasmitir confianza y seguridad al hablar: “No puedes trasmitir lo que no tienes”.

 

  1. Capacita a tu equipo:

Lo más importante es que todas las personas de tu equipo sepan cómo vender. Eso incluye cómo hacer una presentación y cómo manejar objeciones de manera efectiva. Todos los integrantes de una empresa –desde la persona encargada de contestar las llamadas hasta el director general– deben tener esa habilidad. No olvides que todos forman parte de una misma organización. Y la capacitación constante es también esencial.

  1. Vuelve tangible tus palabras intangibles:

Realiza preguntas que te ayuden a obtener información a tu favor. (Indaga)

Es fundamental preguntar desde un punto de vista de “asumir”. Por ejemplo, si estás con un cliente dile lo siguiente: “cuando recibas tu nueva copiadora, ¿quieres colocarla en tu oficina o en la recepción?”. Si lo analizas un poco, esta pregunta “asume” que la persona ya dijo que sí adquirirá el producto. Tú sólo le estás planteando cómo sería la realidad para ellos después de comprarlo.

El precio nunca es el problema, si tu producto es valioso en beneficios.

  1. Escucha activa:

Escucha a tus clientes, que solos te mostraran sus necesidades y allí podrás generar el deseo sobre tu oferta.

  1. Muestra compromiso con cada cliente:

Los consumidores toman la decisión final con base en “a quién le compran” y no en “qué compran”. Sé sincero al hablar y muéstrate comprometido en lo que le estas ofreciendo, no ofreces un producto, ofreces sus resultados.

  1. No olvidarás la importancia del servicio al cliente

Fidelizar a los clientes es lo que nos permite la supervivencia de nuestro negocio dentro del mercado. Y el servicio de post-venta nos agrega calidad.

 

Toma tu maleta Y buenas ventas!! J

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