23 abril, 2024

La administración es la ciencia social que tiene por objeto el estudio de las organizaciones y la técnica encargada de la planificación, organización, integración, dirección y control de los recursos de una organización, con el fin de obtener el máximo beneficio posible. Consiste en lograr un objetivo predeterminado, mediante el esfuerzo ajeno. Persigue la satisfacción de objetivos institucionales por medio de una estructura y a través del esfuerzo humano coordinado. Debe existir la coordinación de recursos para lograr el fin común. Tiene varias etapas dentro de este proceso.

Planificar: Es el proceso que comienza con la visión que tiene la persona que dirige a una organización; la misión; fijar objetivos, las estrategias y políticas organizacionales, usando como herramienta el mapa estratégico. Investigación del entorno e interna, planteamiento de estrategias, políticas y propósitos, así como de acciones a ejecutar en el corto, medio y largo plazo.

Organizar: Es un conjunto de reglas, cargos, comportamientos que han de respetar todas las personas que se encuentran dentro de la empresa, la función principal de la organización es disponer y coordinar todos los recursos disponibles como son humanos, materiales y financieros.

Dirigir: Es la influencia o capacidad de persuasión ejercida por medio del liderazgo sobre los individuos para la consecución de los objetivos fijados.

Controlar: Es la medición del desempeño de lo ejecutado, comparándolo con los objetivos y metas fijados. El control se realiza a nivel estratégico, nivel táctico y a nivel operativo. Es la función que se encarga de evaluar el desarrollo general de una empresa

La planificación es la etapa por la cual se obtiene una visión del futuro, en donde es posible determinar y lograr los objetivos. Maximiza el aprovechamiento de los recursos y tiempo. Esto requiere definir los objetivos o metas del proyecto que se quiera llevar a cabo, estableciendo una estrategia general para alcanzar esas metas y desarrollar los planes para poder coordinar las actividades. Planificar implica que los administradores piensen con antelación en sus metas y acciones, basado siempre en un plan, método o estrategia. A su vez la planeación es el primer paso del proceso administrativo por medio del cual se define un problema, se analizan las experiencias pasadas, y se esbozan plan y programas para lograr que el proyecto esté bien encaminado, y que no sea algo al azar.

Alan Faena tuvo que prestar atención a las oportunidades que le daba el mercado. No había ningún hotel en el cual se reflejara tanto el arte, la ostentosidad y la misma cultura del país, lo cual lo dejaba sin competencia para poder seguir adelante; los clientes serian los extranjeros que quisieran empaparse de la cultura de Buenos Aires, y ubicado en uno de los barrios más turísticos y con sus contactos, sería un lugar perfecto para alojarse. Sus fortalezas eran que siempre fue un hombre de acción. Excéntrico, creativo, intenso y muy dedicado a concretar sus sueños. Siempre está creando y afirma que la única manera de cumplir los sueños es ir por todo, no a todo o nada, sino por TODO. Y que para poder transformar las ilusiones y los sueños de uno hay que ir por ese camino. Combina en todos sus proyectos elite, arte y una dosis de opulencia. Se puede decir que el tuvo injerencia en estos tres pasos de la administración para llevar a cabo su proyecto, planificación, dirección y control. Son aquellas funciones de un gerente, en esto también se ve reflejado el paso de Alan, como figura central, ya que es referencia de la marca; como líder porque logró ser quien lleve a cabo todos los proyectos, siempre de la mano de profesionales, y quien logró conseguir todas las inversiones; y de enlace, ya que fue el principal siempre en todo el desarrollo del mismo. Él se encargó de llevar a cabo el proyecto desde cero; desde elegir los materiales de construcción hasta las telas. Es también quien maneja las obras, trabaja e interactúa con los ingenieros y obreros.

Durante su retiro, en el cual se dedicó a su rosedal en Uruguay, nunca perdió la visión por su desembarco en Puerto Madero. A Alan nunca le atrajo la construcción de viviendas, sino que lo que le atraía a él era el poder encender la chispa. Cuando uno trabaja en el mundo textil, se encuentra con que todo es efímero: todo es temporada, todo pasa de moda. Es una persona a la cual solo le interesa la transformación cultural, y así ofrecerle a la ciudad de Buenos Aires algo que pueda trascender. Su rédito es embellecer y transformar. Por lo cual él buscaba la antítesis al mundo textil. No quería algo que pudiera durar meses, sino siglos. El porteño era un edificio de 1902 y lo que él hizo fue darle vida por otros 200 o 300 años.

Por esto mismo, luego del emprendimiento de las rosas decidió dedicarse a los emprendimientos inmobiliarios con un valor agregado. El veía cosas destruidas y las imaginaba restauradas y con un gran esplendor agregado. Su mayor talento siempre fue el transformar y la creación. El va transformando lo viejo en nuevo agregándole cierta grandeza. El valor para él no está en el dinero sino en transformar, como hizo Walt Disney, alguien a quien admira mucho y quien fue su inspiración. Pero para este nuevo proyecto necesitaba millones de dólares.

Quería llevar adelante su creatividad en este nuevo proyecto, el futuro Faena Hotel Buenos Aires. Tras insistir para poder obtener la colaboración del diseñador francés Philippe Starck, a quien admiraba y ya había conocido previamente, Faena logró que el renombrado diseñador se sumara al proyecto, y aportándole su valiosa marca.

Ya con esta carta de presentación Alan salió a buscar inversionistas. Cultivó paciencia y el arte de convencer a las personas con dinero de que lo acompañen en estas transformaciones. De a poco fueron cayendo a sus pies y pudo llevar a cabo su talento y darle forma a estas ideas. Tuvo varios inversionistas, los cuales lo terminaron contactando con Len Blavatnick, empresario ruso-estadounidense que lo financia desde su primer emprendimiento inmobiliario en Dique 2 hasta su actual Faena District en Miami. A este mismo fue el único al cual Alan reconoce como jefe.

Un edificio de 7 pisos, en los cuales se distribuyen las habitaciones, 85 para residentes y 83 para los turistas. Fueron concebidas por Starck en colaboración con Faena. Las mismas muestran en cada detalle la opulencia que él quería demostrar.

Su imperio surge realmente sobre la capacidad que él tiene para poder generar relaciones e hilvanar contactos. Igualmente hoy en día los contactos de Blavatnick abren más puertas que la creatividad de Alan Faena.