20 abril, 2024

Las cetonas son productos químicos que se generan cuando el cuerpo utiliza el tejido graso para obtener energía. Estas sirven como una fuente de energía alternativa, que el cuerpo fabrica en el hígado de la descomposición de las grasas. Este proceso se lleva a cabo cuando el cuerpo no tiene suficiente glucosa para utilizar como “combustible”. A diario, todo ser humano produce pequeñas cantidades de cetonas, al dormir o al no haber comido durante unas cuantas horas.

Las personas con diabetes tipo 1 corren con un riesgo mucho más alto de desarrollar niveles riesgosos de cetonas que otras personas sin diabetes, lo que resulta una amenaza para su vida.

Cuando las cetonas son producidas en grandes cantidades, el pH de la sangre puede ser demasiado bajo, lo que genera una situación de emergencia y requiere una atención médica inmediata.

En condiciones normales las cetonas no alteran la química del cuerpo, y la cantidad de insulina necesaria para suprimir la formación de cetonas es una décima parte que la necesaria para controlar los niveles de glucosa en sangre. Por esta razón, los niveles de glucosa en sangre de las personas con diabetes pueden estar altos, sin tener cetonas o con muy pocas.

Al tratar el exceso de cetonas, estas pueden ser metabolizadas a otras sustancias útiles por el cuerpo, excretadas en la orina o ser exhaladas a través de los pulmones (acetona).

Las cetonas también se pueden ser detectar por el olfato por varias razones.

  • La acetona se elimina a través de los pulmones, como ya se ha mencionado.
  • Una persona con cetonas puede tener un olor particular en su aliento.

Se debe mantener una buena hidratación ya que es una manera de eliminar las cetonas del cuerpo. Sin embargo, para detener la formación en exceso de cetonas, es esencial tener suficiente insulina en el cuerpo.

Las cetonas pueden generar náuseas y vómitos, cuando el proceso no está controlado. No son las cetonas las responsables, sino las sustancias químicas denominadas prostaglandinas, que pueden interrumpir el proceso normal en los intestinos.

Si el vómito se genera durante períodos de altos niveles de cetonas y glucosa, esto puede producir una deshidratación con una mayor concentración de los niveles de glucosa, lo que amplifica los niveles de cetona y genera otros ácidos del cuerpo. Esta es la base de la cetoacidosis diabética. Si se olvida, omite o retrasa la administración de insulina durante una enfermedad, podría ser suficiente para desencadenar la cetoacidosis o ser los primeros pasos hacia ella.

Los resultados de las medidas de cetonas aparecen normalmente como pequeña, moderada o grande:

  • Pequeña: < 20 mg/dL
  • Moderada: 30 a 40 mg/dL
  • Grande: > 80 mg/dL

Las cetonas pueden ser medidas en orina o sangre. Es importante conocer los niveles que requieren un seguimiento cuidadoso y cuáles una acción inmediata.

En la orina, una cantidad moderada o grande requiere acción. Generalmente, un nivel de cetona en la sangre mayor de 30 mg/dL requiere solucionarse. La acción exacta a tomar depende de su plan de cuidado. Una omisión de inyección o el mal funcionamiento de la bomba de insulina puede provocar el desarrollo de cetonas. El uso de altas dosis de esteroides, aun administrando insulina, también puede producir el desarrollo de cetonas.

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