19 abril, 2024

Mercado común

Un mercado común es un tipo de bloque comercialque se compone de una
combinación de unión aduanera y zona de libre comercio. Los países actúan
como bloque, definiendo los mismos aranceles al comerciar hacia afuera para
no evitar competencias internas, anulando entre ellos los aranceles en
frontera y permitiendo el libre tránsito de personas, así como de capitales y servicios
; libre prestación de servicios y libertad de establecimiento de las
empresas. También se puede llamar mercado único.
Se establece en medio de tratados entre los países que se asocian con el
propósito último de eliminar las barreras aduaneras existentes en el comercio
exterior, estableciendo derechos de aduana comunes para productos
originarios en cualquier otro país fuera del grupo, así como otra serie de
políticas económicas uniformes para beneficio de los países de la comunidad.El Mercosur mira el futuro
VIERNES 21 DE JULIO DE 2017
Michel Temer
PARA LA NACION
Participo hoy, en Mendoza, de la Cumbre de Presidentes del Mercosur ,
la primera desde 2015. El Brasil recibirá de la Argentina la presidencia
de turno del bloque. Pocos encuentros internacionales son tan
importantes para nosotros. De hecho, es la reunión de más alto nivel de
la principal iniciativa de integración de la que participamos. Además,
será la 50» edición de la Cumbre, lo que permite mirar hacia atrás y
sacar lecciones para el futuro.
El Mercosur se constituyó en 1991 sobre los pilares del libre mercado,
la democracia y los derechos humanos. Con él superamos antiguas
rivalidades entre el Brasil y la Argentina, que no tenían lugar en el
ambiente de redemocratización que vivíamos. Con él renovamos las
bases de nuestras relaciones con el Paraguay y con el Uruguay. El
Mercosur promovió la confluencia de nuestras visiones y
propósitos.Gracias al bloque, el comercio entre los cuatro países se
multiplicó por doce en dos décadas, un comercio de valor agregado. En
el caso del Brasil, el 84% de las exportaciones al Mercosur
corresponden a productos manufacturados
En sus primeros años el Mercosur fue pieza clave en el fortalecimiento
de la democracia en la región, lo que incluyó la adopción, en 1998, del
Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático, la llamada
«cláusula democrática».Durante mucho tiempo, el Mercosur cumplió
su vocación original. Generó intercambio creciente, prosperidad,
desarrollo. Contribuyó a las libertades democráticas.Recientemente
enfrentó reveses significativos. Los intercambios comerciales cayeron
de US$ 57,5 mil millones en 2013, a US$ 37,9 mil millones en 2016. Hubo, así, inversión de paradigmas: en lugar de prestigiar el libre
comercio, se creaban nuevas barreras. Ahora estamos haciendo que el
bloque retorne al camino del que nunca debería haber salido. Una
convergencia pragmática entre los países fundadores nos ha permitido
revitalizar el Mercosur. Y el Brasil más moderno que estamos
construyendo -un país que vuelve a crecer y a generar empleos?contribuye a un bloque más dinámico.Avanzamos mucho bajo la
presidencia argentina. Concluimos el acuerdo de inversiones del
Mercosur. Progresamos también con la eliminación de decenas de
barreras al comercio. Nos acercamos a los países de la Alianza del
Pacífico (Chile, Colombia, México y Perú). Reconocimos la ruptura del
orden democrático en Venezuela e invocamos la cláusula democrática.
Se hizo más en los últimos meses que en muchos años anteriores.Cabrá
ahora a la presidencia brasileña del Mercosur continuar y profundizar
ese trabajo. Entre nuestras prioridades está concluir el acuerdo sobre
compras gubernamentales, que facilitará la participación de las
empresas de un país en licitaciones en otro miembro del bloque.
Proseguiremos en las tareas de eliminar barreras comerciales y de
avanzar en la armonización de reglamentos técnicos.
Esos son pasos fundamentales para una integración más efectiva y para
una proyección más competitiva del Mercosur en la economía global.
Con mayor cohesión, estamos mejor posicionados en nuestras
negociaciones con la Unión Europea. Después de muchos años,
tenemos la perspectiva concreta de llegar a un acuerdo equilibrado y
mutuamente benéfico con el lado europeo.Estamos también mejor
posicionados para nuevas rondas negociadoras con la EFTA (Noruega,
Suiza, Islandia y Liechtenstein) y con la India; para implementar
iniciativas con los países de la Alianza del Pacífico, como la
cooperación aduanera y la aproximación entre pequeñas y medianas
empresas. Estamos, en fin, en mejores condiciones para abrir nuevos frentes de negociación, con socios como Canadá, Japón, Corea del Sur,
y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
La presidencia brasileña estará especialmente atenta a la situación en
Venezuela. Coexisten hoy en nuestra región gobiernos de diferentes
inclinaciones políticas. Es natural y saludable que así sea. Lo
fundamental es que haya respeto mutuo, que seamos capaces de
movilizarnos en función de objetivos básicos y, es claro, que se observe
lo que prima en el Estado democrático de Derecho.El Mercosur se
construyó sobre el terreno fértil de la integración económica, sobre la
roca firme del apego a las libertades individuales. Es sobre esas bases
que ya volvimos a trabajar, y que actuará la presidencia brasileña del
bloque, en nombre de nuestro proyecto común de desarrollo y democracia.

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