25 abril, 2024

 

 

 

 

 

 

 

En los ambientes laborales estamos expuestos a cambios de temperatura constantes,  produciendo graves desequilibrios. Es importante tener conocimiento de que el cuerpo humano tiene una temperatura de 37°C y necesita mantenerse así, para que esto suceda, precisamos de un ambiente laboral confortable en cuanto a calor,  frío, humedad y movimientos de aire favorables. Se dice que una temperatura confortable debe ser de entre 17 y 27°C si la actividad laboral es sedentaria, de lo contrario debe oscilar entre los 14 y 25°C, con una humedad entre 30 y 70%.

Los efectos en la salud por la exposición a distintas temperaturas pueden ser: quemaduras, deshidratación, desmayos, pérdidas de conciencia, enfermedades respiratorias recurrentes, estrés y nerviosismo, somnolencia, congelamiento de miembros, disminución de la capacidad de concentración y reacción, cambios en el ritmo cardíaco y en la presión sanguínea, sudoración, aumento de la ventilación pulmonar, relajación muscular, riesgo de paro cardíaco.

Para contrarrestar estas exposiciones existen  las siguientes medidas de prevención:

  • Sistemas de ventilación y refrigeración.
  • Ropa de trabajo adecuada.
  • Alimentación adecuada con el aporte calórico necesario.
  • Pausas laborales para relajar los músculos.
  • Hidratación constante.
  • Concientización sobre los riesgos en la salud por trabajar a altas o bajas temperaturas.
  • Procedimientos de recuperación del calor.
  • Conocimientos de primeros auxilios.

Si la aclimatación del medio ambiente laboral es la correcta,  tiene ventajas como costos de fabricación mas bajos, mejor calidad del producto, protección adicional al material en proceso o almacenado, mayor comodidad y eficiencia laboral, mejor salud promedio de los trabajadores, entre otras.

Para esto se debe contar con datos como: medio ambiente de trabajo, tipos de fuente de calor y frío y su locación, duración de las condiciones de estrés térmico, intermitencia o continuidad, si son ocasionales o frecuentes, características de las personas como edad, peso, sexo y condiciones físicas.

Estas cuestiones son indispensables para adoptar las correctas maneras de prevención en el ámbito laboral, que pueden ser las siguientes: sistemas de evaluación del calor, ventilación general, ventilación localizada (extracción), acondicionamiento del aire, pantallas de fuentes de calor radiante, reducción de la cantidad de trabajos corporales, establecimiento de medidas de alternancia, entrega de los elementos de protección personal y si es posible cambiar el proceso de trabajo por otro de distinta tecnología.

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