Queremos destacar la importancia de que en las Agencias de viaje exista el profesional adecuado para la atención.
Desde el punto de vista legal, parte de la reglamentación Nacional del Turismo, es que haya personal técnico especializado de reconocida idoneidad. El Decreto 2182/1972 informa que es necesario que dicho personal esté inscripto en el Registro de designaciones de Establecimientos de Industria.
Además de las habilitaciones y demás requerimientos legales, es prudente que haya personal adecuado y calificado. Existen ciertos requerimientos técnicos que pueden describir el perfil básico que debe tener un empleado de Agencia: conocimientos de cultura general y de turismo, conocimientos de administración, tener un perfil comercial, herramientas de marketing, y demás.
Hace tiempo, cuando uno pensaba en un profesional de turismo en una pequeña agencia se lo relacionaba directamente como el vendedor, el asesor de viajes. Los tiempos han cambiado y hoy en día con las nuevas tecnologías hacen que cada vez más gente elija realizar sus compras de pasajes, paquetes y reservaciones por Internet.
Si bien siguen existiendo los Agentes de viaje, el desafío es más grande. Mucha gente continúa asesorándose por el personal especializado y le brinda su confianza para emprender su viaje o vacaciones. El profesional no solo vende, sino recomienda, asesora e indaga en lo que el turista quiere y espera de su viaje.
Hay paquetes armados que se venden de manera masiva, pero también hay productos especializados que se realizan a gusto o comodidad específicos de quien lo consume.
Es por esto que decimos que el Agente vende, comercializa y también funciona de intermediario entre las Agencias mayoristas para adquirir servicios para un público determinado.
Otra de las tareas difíciles es que en sí mismo el rubro, no vende productos, sino servicios intangibles, que se hacen tangibles una vez que el cliente está en el destino. Hace tiempo el profesional de la agencia vendía lo que se mostraba en imágenes y fotografías. Hoy en día es así, pero el acceso masivo a la información hace que cada vez destinos más lejanos y desconocidos llamen nuestra atención, además de las recomendaciones y miles de reseñas con experiencias de viajeros que encontramos en Internet.
En conclusión, el personal se debe adaptar a los nuevos tiempos, y contar también que cada experiencia es única y la valoración del servicio final es siempre algo subjetivo para el turista, pero se trabaja para dar la mejor atención, donde es importante estar capacitado.
