Según el diario BBC, por primera vez en casi cuatro décadas, los franceses le dieron la espalda a los partidos tradicionales y llevaron a dos propuestas alternativas a la segunda vuelta electoral del próximo 7 de mayo.
«La alternancia en el poder se había repartido entre dos partidos desde la década de 1980, pero en esta ocasión quedaron marginados de la segunda y definitiva vuelta electoral», afirmaron.
El candidato de «En Marcha!» Emmanuel Macron alcanzó cerca del 23,8% de los votos, seguido por Marine Le Pen, candidata de «Frente Nacional», con alrededor de 21,4%, lo que los convierte en los contendientes finales.
La «lógica» indica que Macron, el joven político de 39 años, es el favorito para ser el próximo jefe de Estado. Sin embargo, relata la BBC, esta elección ha demostrado que la lógica no es lo que más predomina, y aún no está descartada una sorpresa de Le Pen considerando el desencanto de muchos franceses con la política todavía dominante.
A nivel internacional, y sobre todo regional (La Unión Europea), estas elecciones tienen una trascendencia importante debido a las bruscas diferencias que existen entre ambos partido; en especial la inmensa incertidumbre que genera la línea política de ultranacionalismo y ultraderecha que encausa Le Pen.
Benoît Hamon, líder del partido Socialista y Francois Fillon, candidato del Republicano, llamaron a sus votantes a batir «lo más fuerte posible» a Marine Le pen. Fillon agregó que «votará por Macron y en contra de la «violencia e intolerancia» y aseguró que las políticas de Le Pen podrían llevar a Francia a la quiebra y hacer de Europa un caos.
