19 abril, 2024

 

Los eventos ya sean sociales, culturales, deportivos, corporativos, entre otros, son aquellos momentos en donde un grupo de personas comparten una experiencia en común la cual podrá variar de acuerdo al objetivo del mismo.

Ser un organizador de eventos no es solo asignar lugares, acompañar y dirigir a un personal, hacer listas de necesidades y objetos, coordinar catering, etc., es mucho más que eso. En la organización de eventos lo más importante, son las emociones y las sensaciones y como organizadores de eventos nuestro compromiso fundamental , debe ser hacer feliz al cliente en particular y al público en general que asista a nuestros eventos, es lograr mediante la creatividad y el trabajo en equipo que la armonía de todos los elementos que lo componen, permitan que esa experiencia común sea inolvidable una vez finalizada y que sea increíble mientras dure, apelando al asombro y a la emoción.

Deberemos, fundamentalmente, cumplir con los objetivos del cliente (ya sean, en el caso de un evento corporativo, la integración su personal y la mejora de los procesos y dinámicas internas de su organización, o simplemente agasajarlos, motivando la mejora del rendimiento laboral, o en el caso de un evento cultural o deportivo, el brindarle al espectador una jornada entretenida, o si es un cumpleaños, brindarle al cumpleañero y a sus invitados una velada divertida y llena de emociones).

Para cumplir con esos objetivos, deberemos por sobre todas las cosas, escuchar, reflexionar y tratar de comprender que es lo que quiere el cliente sin llevarlo a nuestras ambiciones personales y esto no significa perder nuestra identidad sino construir desde nuestra más absoluta integridad una relación con el cliente que nos permita llegar a ese objetivo fundamental, reinventándonos para no olvidarnos, por la cotidianidad de nuestro trabajo, que cada evento es especial y con ello en mente y sin perder ese objetivo marcándonos el paso.

 

Es por eso, que ser un organizador de eventos es una responsabilidad sumamente importante y requiere liderazgo, pasión, entrega y creatividad. Liderazgo para poder entender las necesidades del grupo humano con el que trabajemos, poder explotar las mejores cualidades de cada uno de ellos, pasión para llevar a cabo con el esmero y dedicación que nos motiva desde el amor que sentimos por lo que hacemos, nuestro trabajo y creatividad para buscar soluciones a conflictos que se presenten y  para no dejar nunca de sorprender al público y a nosotros mismos.

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